Algunos aficionados mencionan que a España no llegó el radio para la luminiscencia en los relojes, pero este anuncio de la época (1915) nos descubre otra realidad: no sólo se comercializaban ese tipo de relojes, sino que se anunciaban sus propiedades a bombo y platillo. Y por cierto, casi un siglo antes de la aparición de G-Shock, ya se vendían relojes irrompibles "hasta con golpes de martillo". "Lo que todo el mundo buscaba", ni más ni menos.