Cuando uno ve cosas como estas no puede dejar de impresionarse. Se trata del Bovet Récital 20 Asterium, un modelo que tiene una gran similitud con el reloj astronómico situado en la ciudad de Praga, o con el reloj astronómico de la Catedral de Saint-Jean en Lyon. La diferencia más notable es que esos eran relojes monumentales, mientras que el Asterium encierra todo eso en sus tan solo 46 mm. de caja. Para dar más datos: es tan exclusivo y complejo, que la marca Bovet (que data de 1822) solo fabrica 60 de sus calibres.
El reloj es todo un "ordenador mecánico", y ofrece bastante más que todos los relojes digitales existentes. En realidad, podríamos decir que solo compiten con él las apps de smartphones y los smartwatches y, por supuesto, los ordenadores. Lo más increíble es que para todos sus cálculos no requiere ni pilas, ni baterías, ni chips electrónicos: todo lo hace a base de engranajes diferenciales e indicadores analógicos.
