Cuando uno ve cosas como estas no puede dejar de impresionarse. Se trata del Bovet Récital 20 Asterium, un modelo que tiene una gran similitud con el reloj astronómico situado en la ciudad de Praga, o con el reloj astronómico de la Catedral de Saint-Jean en Lyon. La diferencia más notable es que esos eran relojes monumentales, mientras que el Asterium encierra todo eso en sus tan solo 46 mm. de caja. Para dar más datos: es tan exclusivo y complejo, que la marca Bovet (que data de 1822) solo fabrica 60 de sus calibres.
El reloj es todo un "ordenador mecánico", y ofrece bastante más que todos los relojes digitales existentes. En realidad, podríamos decir que solo compiten con él las apps de smartphones y los smartwatches y, por supuesto, los ordenadores. Lo más increíble es que para todos sus cálculos no requiere ni pilas, ni baterías, ni chips electrónicos: todo lo hace a base de engranajes diferenciales e indicadores analógicos.
En esta pequeña maravilla astronómica tenemos, por supuesto, un reloj, con función de 24 horas, minutos retrógrados, un tourbillon de tipo flotante, calendario anual, cielo nocturno, fases de luna, indicador de estaciones, indicador de solsticios, e indicador de equinocios. Incluye un sistema de ecuación para el redondeo del calendario gregoriano en el año sideral, con posición real de las constelaciones en el cielo, en una órbita elíptica dependiendo de la posición geográfica del espectador. Para ponerle la guinda tiene hasta indicador de reserva de marcha que, además, ofrece 10 días de autonomía.
Partes del reloj están recubiertas de Super-LumiNova, para ser observadas en la oscuridad, mientras que otras poseen un cristal traslúcido de cuarzo azul, dando una visión 3D de la esfera celeste.
Para facilitar su uso y lectura, las manecillas horarias han sido diseñada para ejecutar tres funciones simultáneamente, mientras que la manecilla segundero tiene un sistema patentado de rueda inercial variable.
El Bovet Récital 20 Asterium late a 18.000 vph, y su grosor - incluido el cristal - es de 18,3 mm. Su precio, dependiendo de la variante elegida, ronda los 296.000 €.
| Redacción: Estación Telegráfica / EstacionTelegrafica.cc / EstacionTelegrafica.blogspot.com
Estos calibres mecánicos me parecen una virguería. Lástima que el precio no sea apto para casi nadie, ni siquiera con esfuerzo.
ResponderEliminarNunca lo fueron. Recuerda la máquina de antiquitera, el mayor problema que tenían los expertos para saber qué narices era fue que no había muchos más modelos conocidos.
EliminarSolo la relojería logró - y no sin esfuerzo - hacer aflorar esta tecnología y ponerla disponible al gran público, pero fuera de ahí estos dispositivos eran extremadamente raros.
No vamos a ponernos a buscar las causas ahora, pero por ejemplo, para hacerlos uno tenía que tener conocimientos profundos de muchas ciencias (matemáticas, astronomía...), también de materiales, y ser encima un buen artesano y hábil con las manos.
La otra razón era: ¿quién los apreciaba? Más aún: ¿quién iba a saber usarlos, y sacarles todo su potencial? Muy poca gente. La mayoría de la población era analfabeta, así que ponerlos ante una cosa de estas les superaba claramente.
Y el precio no era barato. Fabricarlo no era sencillo (supongo que la mayoría estarían más preocupados en comer y no en fabricar engranajes), ya no hablemos de materiales y aleaciones.
Hoy en día, claro, todo eso es superable. Pero te enfrentas con otro problema: el precio. Y el aprecio. No pongamos cien mil, pero, ¿quién va a pagar diez mil euros por esta cosa, cuando lo tienes en una app gratis a cambio de anuncios de una casa de apuestas o de un refresco?
Asi que el fabricante busca la exclusividad, materiales exóticos y raros, y una pieza extravagange, para atraer a las grandes fortunas. Mäs o menos, lo que siempre se hizo con estas maquinarias. Eran caras (y extremadamente raras) antes, y son caras, y también extramadamente raras, ahora.
Así son las cosas.
Creo que la frase final lo explica muy bien. El fabricante busca exclusividad, y eso aleja su disfrute de la mayoría de aficionados.
EliminarPero es que yo pienso que la mayoría de aficionados tampoco lo querrían, Guti. Solo el mantenimiento que debe llevar un mecanismo de esos, imagínate...
EliminarEso sí, la app te dirá adiós cualquier día, o cuando cambies de móvil, y éste después de 50 años podrá seguir señalándote las estrellas tan tranquilamente.
De hecho también podrían hacerlo más grande, y más fácil de fabricar y sencillo de montar, pero ya estoy oyendo los grillos en la tienda cuando abra sus puertas para venderlo... Aparte de tú - y quizá algún otro perdido - que haga cola para comprarlo, aquello iba a estar más desierto que el Sáhara :D
EliminarNada que ver con las colas de gente esperando desde horas o incluso días antes a que abran la tienda de Apple para adquirir el último iphone.