Norberto Arizmendi y Cía. forman la NAC con sede, cómo no, en Eibar -famosa por su metalurgia-. Fabricaban armas de aire comprimido, como muchas otras compañías, pero ellos, en lugar de reconvertirse al sector de la bicicleta lo hicieron al de los útiles de ferretería.
Se fundan en 1917, inicialmente como F. Arizmendi y Goenaga (para luego, después de NAC, pasar a denominarse NORICA).
No hay una fecha exacta de cuándo desaparecen de escena, pero lo que es cierto es que de ellos apenas quedan vestigios de la calidad de sus herramientas, y algunas armas en manos de aficionados a la práctica del tiro por aire comprimido y a la colección de armas antiguas. No obstante sus herramientas eran bastante habituales hasta los años setenta, por lo que probablemente su fin se haya dado durante la década de los ochenta, uniéndose una firma tan competitiva a ese desguace -nunca mejor dicho- de marcas que la debacle de los ochenta y noventa llevó a la quiebra en España. Fueron años en los que nos venían herramientas de ferretería procedentes de China a precios irrisorios, y en los cuales la gente empezó a acostumbrarse a que un destornillador le durase dos días de trabajo, o a tener que dar gracias si la llave inglesa ajustaba bien.
Como podéis ver por las imágenes, en los años cincuenta NAC comercializaba una enorme cantidad de herramientas manuales, incluyendo sierras y berbiquíes a manivela.
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