Si Canseco hubiera nacido en Francia, en Suiza, en Inglaterra o en Estados Unidos, su invención y su nombre sería recordado entre los más sublimes maestros relojeros de este arte. Pero no, tuvo que ser español y, como tal, despreciado para luego ser olvidado hasta el punto que se desconoce mucho de su vida, incluso los detalles de su muerte.
Lo que sí se sabe es que este eminente relojero fue el inventor del sistema Canseco o "patente Canseco", un sistema por el cual el ajuste de la hora se podía realizar de manera más fácil y menos engorrosa que en los sufridos Roskopf, e incluso competía en dureza y robustez con ellos.
Tenía su fábrica (y dos tiendas) en Madrid, en donde llegó a tener más de 50 trabajadores y a ser relojero de la Casa Real. Además de sus innovaciones con los relojes de bolsillo, Canseco había logrado sustituir en los relojes de torre las pesas por un sistema de motor a resortes, con lo que se podía prescindir de ese elemento de contrapeso. Llama la atención, además, que ofrecía tres años de garantía para sus relojes, algo inusual en la época (estamos hablando de la segunda década del siglo pasado).
En el blog Historia Urbana de Madrid podemos encontrar una extensa literatura (y material gráfico) sobre este olvidado relojero y su destreza con los guardatiempos, además de algunas curiosidades como sus invenciones con autómatas mecánicos. Como no queremos repetir lo que explican ellos magníficamente, te dejamos los links por si deseas ampliar información. Si te gusta la relojería te apasionara la historia de este auténtico virtuoso e innovador inventor y relojero:
https://historia-urbana-madrid.blogspot.com/2015/06/plaza-del-angel-relojeria-san-sebatian-madrid.html
https://historia-urbana-madrid.blogspot.com/2015/06/canseco-famoso-relojero-de-madrid.html
https://historia-urbana-madrid.blogspot.com/2015/06/canseco-y-el-reloj-de-los-chinos-relatos.html
Totalmente de acuerdo con lo que dices en el primer párrafo.
ResponderEliminarMirando la publicidad parece que la filosofía de este reloj venía a ser la de un G-Shock, pero en un mecánico de aquellos tiempos (salvando las distancias, claro): "para los que tengan trajines fuertes y para los que por necesidad tienen que vivir con hora fija y no puedan gastar mucho dinero".
Toda esta gente ha quedado en el olvido, y mejorar el ya de por sí rústico movimiento de Roskopf no era fácil, por lo que haberlo conseguido es para quitarse el sombrero. Pero ya ves, mencionas hoy a Canseco y nadie sabe ni quién era, incluso entre los más fervientes admiradores de la relojería mecánica. Es lamentable.
Eliminar