En los años cincuenta Eguinoa patentó un modelo de silla plegable que introducía como novedad, incorporándola a su catálogo de plegables como cunas y escaleras. Además, también era fabricante de mesas. Estaban radicados en Vitoria, y no era una empresa grande (se dice que ninguna de las empresas vitorianas de aquel entonces superaba los 100 empleados), pero sí una de las más afamadas, junto con la firma fabricante de velas (otro artículo muy valioso y útil en aquellos años, hoy casi sin marcas en España) "Gauna".
Las sillas de Eguinoa eran innovadoras en aquellos tiempos -prueba de ello las patentes mundiales que ostentaban-, y se cuenta que el dueño de la firma, como cualquier otro obrero, entraba a trabajar a las ocho y se ponía el mono de trabajo para lidiar con los asuntos madereros. De Eguinoa apenas queda nada ya, ni siquiera sus recuerdos fuera del entorno vitoriano donde, eso sí, lograron dejar una notable impronta.
Me gusta mucho esta serie de artículos que estás haciendo sobre productos españoles y como nos estás haciendo ver cómo éramos los españoles antes y como somos ahora. Hemos pasado de ser innovadores, ingeniosos y capaces de fabricar lo que necesitamos, con buena calidad y dando trabajo, a depender de todo ( tanto energía como otros productos, incluso alimentación, cereales por ejemplo, etc) de países extranjeros, hasta tal punto, que si ocurre algo en el extranjero como ahora, vemos comprometido el suministro de productos y tenemos que pagar lo que nos quieran pedir por todo porque aquí no hacemos de nada.
ResponderEliminarGracias por el trabajazo que te estás dando.
Como bien dices es sorprendente lo que había antes, y el solar en el que se ha convertido hoy España. Hace décadas teníamos una cantidad de fabricantes increíble, en todos los ámbitos (incluyendo tecnología puntera).
ResponderEliminarHoy en todo es chino, y lo poco que nos queda está en manos de compañías extranjeras. No me extraña que tengamos un futuro tan negro.