Esta evocadora imagen me encanta, tanto que la utilicé hace muchos años como imagen de mi perfil, cuando trabajaba como reportero del motor. En ella podemos ver precisamente a uno de aquellos reporteros, escribiendo su crónica con una máquina de escribir compacta en un sitio, cuanto menos, extravagante: en el asiento del acompañante de un descapotable. Obviamente está ahí situado para que el volante no le moleste al colocar la máquina de escribir mecánica ante él. En el otro lado podemos apreciar un maletín con los papeles, y la curiosa forma de la carrocería con la zona del conductor más cerrada.
En su atuendo destaca la imprescindible y socorrida gabardina, una prenda de vestir multiusos que te permitía protegerte de las inclemencias del clima, esporádicos chaparrones, y que dado el caso podías guardar sin muchas complicaciones -bien doblada, eso sí- en el mismo maletín si el calor arreciaba.
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