A principios de 1915 el rey de España decidió llevar con él durante una cacería en Granada al representante de la firma "Pathé Kok Freres", que vendía aparatos de cine. Vilaseca, que distribuía esos aparatos, decidió realizar algunas grabaciones de los momentos, mientras el rey aprovechaba para interesarse por ese invento que permitía grabar a las personas en acción. Como un smartphone hoy..., pero "un poco" más grande. La batería iba aparte, por cierto.
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